Dos gotas en mi ombligo son una cuna de nácar,
un mar para tu lengua y un brillo de plata;
se iluminan entre notas, tus manos en mi cintura
y unos labios que recorren la llanura de mi espalda
Hay ríos que son de plata,
otros de oro o de nácar:
el que imagino a tus pies desbordando mi espacio
tiene el aroma del verano
en mis árboles de niña
tiene una campana en el medio de un bosque
y las aguas de cristal de aguamarina
Es apenas una gota de agua en mi ombligo,
pero el vuelo atrevido de tu luz
me dió el coraje
y te veo,
o te miro,
una vez,
y otra vez, y otra,
nadando allí, en el mar de mi cintura
Poemas,verso libre,creaciones y reflexiones literarias de Mercedes Venturino
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